02 November 2006

Exponentes y aportes



William Stanley Jevons (1835-1882)



Economista, nacido en Liverpool de una rica familia de comerciantes que se arruinó antes de que pudiera terminar sus estudios, por lo que tuvo que emigrar a Australia donde trabajó en la Casa de la Moneda de Sidney. Regresó a Inglaterra donde estudió lógica y economía y consiguió un puesto de profesor de Lógica, Filosofía Moral y Economía en el Owens College de Manchester.

En su objetivo de equiparar la Economía con las ciencias naturales, Jevons utilizó un tratamiento matemático. A comienzo de la década de 1870, simultáneamente a otros trabajos de
Walras y Menger, publica una elaborada síntesis de las teorías del consumo, del intercambio y de la distribución, asentando así las bases para la "revolución marginalista" que le siguió.Considera que la utilidad sólo puede ser medida en términos ordinales y que la utilidad proporcionada por un bien es inversamente proporcional a la cantidad de ese bien previamente poseída. Establece claramente la diferencia entre utilidad total y lo que llamó "grado final de utilidad", que después recibió el nombre de utilidad marginal.
Jevons dijo: “Uno de los más importantes axiomas es que a la vez que aumenta la cantidad de cualquier bien que un hombre tiene que consumir, por ejemplo la simple comida, la utilidad o beneficio que se deriva de la última porción usada disminuye en grado”



Leon Walras (1834-1910)



La revolución marginalista fue iniciada a comienzos de la década de 1870 por tres economistas:
Jevons, en Inglaterra, Carl Menger en Austria, y Leon Walras en Suiza. De los tres, Walras fue el único que se atrevió a introducirse en las complejidades matemáticas de un equilibrio general multimercados.

Su padre, Auguste Walras, era también economista, con inquietudes socialistas. León vivió su juventud en París, como novelista y crítico de arte. Dedicó también algunos años a impulsar el movimiento cooperativo. Finalmente, teniendo treinta y cinco años, fue nombrado profesor en la Universidad de Lausana y se dedicó plenamente a la docencia y la investigación.
Sus esfuerzos por divulgar sus ideas, mediante correspondencia con un gran número de prestigiosos economistas de todo el mundo, fueron poco fructíferas. En su tiempo fue muy poco valorado. Sólo
Pareto se convirtió decididamente en su discípulo y le sucedió en la cátedra de Lausana.


Carl Menger (1840-1921)



Carl Menger nació en Nowy Sacz, Galitzia. Estudió en las Universidades de Viena, Praga y Cracovia. En 1873 fue nombrado profesor de Economía Política de la Universidad de Viena.
Fundador de la
Escuela Austriaca, es considerado uno de los tres fundadores y líderes del marginalismo junto a Jevons y Walras.
Entre sus múltiples originales aportaciones destacaremos aquí el concepto de
Coste de Oportunidad. La polémica que mantuvo con la Escuela Historicista Alemana, la Methodenstreit, especialmente con su líder Schmoller permitió pensar en profundidad sobre la Economía como ciencia y en muchos sentidos sigue viva hoy en los diversos puntos de vista de las diferentes corrientes de pensamiento económico.
Estas fueron sus palabras:
"La propiedad, por tanto, como economía humana, no es una invención arbitraria sino más bien la única solución práctica posible del problema que la naturaleza nos ha impuesto por la disparidad entre la necesidad y las cantidades disponibles de todos los bienes económicos."



Jeremy Bentham (1748-1832)



Jeremy Benthan es un filósofo británico fundador del utilitarismo. Amigo personal de James Mill y tutor de John Stuart Mill, influyó de forma extraordinaria en la teoría económica del siglo XIX y en los primeros marginalistas.
En su Introduction to the Principles of Morals (1780) propone como objetivo de la actividad política la consecución de "la mayor felicidad para el mayor número" de personas. Bentham es el padre de la función de utilidad y conoce la tendencia decreciente de la utilidad marginal. Sin embargo, su concepto de utilidad era cardinal ya que consideraba que podía ser medida con precisión. Además consideraba posible hacer comparaciones interpersonales de utilidad, cosa que actualmente se rechaza.
Estas ideas de Bentham fueron la base de una profunda crítica de la sociedad que aspiraba a comprobar la utilidad de las creencias, costumbres e instituciones existentes en su tiempo. Activista a favor de la reforma de las leyes, se enfrentó a las doctrinas políticas establecidas en su época tales como el derecho natural y el contractualismo. Fue el primero en proponer una justificación utilitarista para la democracia. Adelantándose extraordinariamente a su tiempo, luchó por el bienestar de los animales, el sufragio universal y la descriminalización de la homosexualidad.
Benthan fundó el University College London donde, tal como lo solicitó en su testamento, su cuerpo embalsamado y vestido con sus propias ropas sigue expuesto en una vitrina en un pasillo muy concurrido a la vista de los alumnos. Hay muchas anécdotas relacionadas con esta curiosa excentricidad. La cabeza expuesta actualmente es de cera. La real fue robada en diversas ocasiones como una broma tradicional de los alumnos por lo que ahora está conservada en una caja fuerte de la UCL. El cuerpo, sin embargo, se traslada todos los años para presidir algunas reuniones en las que se le recuerda con la frase "Jeremy Bentham, presente pero sin derecho a voto".


Hermann Heinrich Gossen (1810-1858)



Hermann Heinrich Gossen, funcionario prusiano, precursor del marginalismo y de la economía matemática, permaneció totalmente ignorado hasta que primero
Jevons y luego Walras le rescataron del olvido poniendo de manifiesto los importantes logros de su Entwicklung der Gesetze des menschlichen Verkehrs (Desarrollo de las leyes del intercambio entre los hombres) [1854].
Hoy Gossen es recordado en los manuales de historia del pensamiento económico por sus famosas leyes, que hacen referencia, respectivamente, a la idea de
utilidad marginal decreciente y a la condición de equimarginalidad para la maximización de la utilidad. La primera ley de Gossen es consecuencia de la experiencia cotidiana: la satisfacción suplementaria obtenida del consumo de un bien disminuye progresivamente a medida que la cantidad consumida aumenta. Esta cantidad es nula cuando se alcanza la saciedad. La segunda ley de Gossen expresa el modo en que puede alcanzarse la máxima satisfacción: no se pueden satisfacer todas las necesidades hasta la saciedad, por lo que el máximo de satisfacción se obtiene cuando las satisfacciones marginales obtenidas de los diferentes bienes se igualan entre sí.
Gossen analiza explícitamente también las implicaciones de sus leyes. Según la primera ley, para un individuo, los bienes no tienen el mismo valor según la cantidad poseída y a partir de una cierta cantidad el valor de un bien es nulo. Por otra parte, no existe el valor absoluto, el valor es una relación entre un bien y un individuo. Propone también una clasificación de los bienes en bienes de consumo (que satisfacen directamente necesidades), bienes de "segunda categoría" que son indispensables para utilizar los primeros y bienes "de tercera categoría" que son necesarios para la producción de los dos primeros.
Otra implicación notable es su análisis del trabajo. El trabajo crea indirectamente satisfacciones por el ingreso que procura, pero está acompañado de desutilidad debida a su molestia. De ello resulta que hay que trabajar hasta el punto en que la satisfacción procurada por los ingresos del trabajo es igual a la desutilidad marginal del trabajo. Otro ejemplo de implicaciones lo encontramos en el análisis del intercambio; para Gossen los que participan en el intercambio ganan (en utilidad) hasta el punto en que para cada uno de ellos las utilidades marginales de los bienes intercambiados se igualan (el intercambio continúa siempre que la utilidad marginal del bien demandado sea superior a la del bien ofrecido).




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